Los acontecimientos y las múltiples noticias se suceden frecuentemente con una duración muy escasa, tan poca que a veces algunas de éstas noticias lo acaparan todo y a la semana han desaparecido, otras duran dos o tres días, generalmente aquellas que nos quedan lejos.
Pues bien, hoy estamos a 26 de septiembre de 2018 y hace poco más de una semana el Gobierno decidió continuar con la venta de 400 bombas de precisión láser a Arabia Saudí que pocas semanas antes había dicho que no vendería. ¿Qué ocurrió? Pues que ese país amenazó con retirar el contrato de las corbetas ya firmado y los trabajadores de los astilleros se movilizaron. Entró de lleno el gran bien social del trabajo de una zona, bien social que en este caso no entra ni sale en las consecuencias de los productos que genera porque al parecer no descubren otro futuro laboral. Y después de tantos años de “prosperidad “y diversidad industrial, otras fuentes de trabajo no han llegado a esas zonas ¡lamentable!
Las justificaciones del Gobierno fueron, más o menos, éstas: “Son de alta precisión, no se equivocarán y no matarán a yemeníes” (Portavoz de Gob.) “No tenemos de qué preocuparnos” (J. Borrell Ministro de A. Exteriores) “Tomar decisiones políticas es difícil” (Pedro Sánchez Presidente del Gobierno) Es de suponer que les costó expresarlo, no es un tema menor, pero no percibimos como solemos decir que se les moviera un pelo.
Hoy mismo, hace un rato se nos ha dicho en una intervención de la ministra de Defensa que han encontrado pactos secretos en los contratos de venta de armas del exministro Sr. Morenés… ¿escándalo? ¿Sorpresa? ¿Llegaremos a saber de verdad cuales fueron esos pactos o se diluirá la noticia entre otras muchas de menor o mayor calado?
Estas preguntas nos conducen a otras: ¿Qué transparencia y control parlamentario tenemos en esta materia? ¿Cómo podemos aceptar que haya bombas tan inteligentes que seleccionan a quiénes van a matar y a quiénes no? ¿Qué garantías tenemos sobre la inteligencia, la formación técnica y la conciencia de quienes las arrojan? Recordemos algunos hechos recientes: hace muy poco, el 9 de agosto exactamente morían bajo este tipo de bombas entre (según las fuentes) 29 y 40 niñas al norte de Yemen. Era un autobús escolar. Y por supuesto no ha sido el único caso de imprecisión, error, efecto colateral o como queramos calificarlo.
Yemen empeora cada día, la coalición liderada por Arabia Saudí esta masacrando el país. La ciudad de Hodeida especialmente en las últimas semanas se deshace, los ataques han aumentado y la población se ha quedado encerrada, no tienen por dónde salir, están cercados y con muy pocos medios de subsistencia.
El “Informe Control de Armas” que conjuntamente realizan desde hace tiempo las organizaciones Oxfam, Amnistía Internacional, Greenpeace y Fundi Pau se presentó el 25 de junio de éste año. En él se reclamaba a la nueva Secretaria de Estado que compareciera cuanto antes ante la Comisión de Defensa del Congreso para explicar sus planes en materia de transparencia y control. Y se le preguntaba si iban a revocar o suspender exportaciones preocupantes de armas españolas. Parecía que se podía albergar alguna esperanza con el nuevo Gobierno. Por eso, antes del verano nos preguntábamos si seguirían exportando armas a Israel y a la coalición liderada por Arabia Saudí. La respuesta llegó: SÍ.
La ley 53/2007 sobre el control de comercio exterior de armas tiene 10 años. Las organizaciones que acabo de mencionar hacen un seguimiento exhaustivo de este tema y publican informes periódicos, que teóricamente algunos partidos alaban y manejan (sobre todo cuando hacen oposición). Han pasado 10 años desde la aprobación de esta ley y ya es hora de evaluar su aplicación y mejorar el control parlamentario del comercio de armas español: su transparencia, errores, riesgos, negocios, violaciones de DDHH, etc. Esta evaluación NO se está haciendo.
También quiero recordar el compromiso electoral del PSOE en esta materia, inspirado por supuesto en la ley que he citado: “Cumplir estrictamente las previsiones de la Ley sobre control de armas, reforzando el control parlamentario y la transparencia y denegando su autorización cuando existe riesgo claro de que puedan ser utilizadas de manera contraria al respeto debido y la dignidad inherente al ser humano”.
¿Consecuencias si cumpliéramos? Seguramente difíciles, económicas por supuesto y más. Y también otras consecuencias: evitaríamos muertes y heridos, respetaríamos la legislación internacional, creceríamos en dignidad como país, sería un auténtico aldabonazo internacional, y la ética política marcaria camino ¿por qué no? La evaluación que decimos es urgente, hace imprescindible preparar alternativas laborales pero también ser claros y transparentes con los trabajadores: este comercio no se puede hacer a ciegas o firmando contratos al mejor postor. En la toma de decisiones no deberían primar los intereses comerciales sobre los DDHH, la paz y la seguridad. Argumentar que si nosotros no vendemos lo harán otros es sacudirnos la ética ocultando los daños, disimulando o simplemente engañando. Frenar este comercio tan sospechoso nos mejoraría y mejoraría el mundo.
¡Cuánto cinismo en los compromisos electorales! Por favor: no escriban en sus programas ni hagan alarde de lo que no piensan cumplir. No tengo noticias de que izquierdas o derechas, partidos y sindicatos, hayan ocupado tiempo, fuera de muy pocas palabras, en este tema. A la Iglesia oficial tampoco la he oído, y a los y las de a pie pareciera que nos ha comido la lengua el gato, incluidos los tertulianos de los diversos medios. Como excepción he sabido que un grupo de mujeres del movimiento feminista de Bilbao acuden cada mes al puerto para denunciar la salida de barcos cargados de armas que parten a Arabia Saudí y que varios grupos de la oposición presentaron una Proposición no de Ley en el Congreso que pedía la suspensión de exportaciones de armas a Israel ¿os parece suficiente? ¿Sólo a Israel? ¿Para cuándo la evaluación de la Ley?
El informe de Oxfam, Amnistía Internacional, Greenpeace y Fundi Pau expresa una gran preocupación: España puede estar contribuyendo a cometer graves violaciones del Derecho Internacional de Derechos Humanos.
Verapaz apuesta por los Derechos Humanos y siente, experimenta la misma preocupación.
Adriana Sarriés
Madrid, 26 de septiembre de 2018