Coyuntura política:
Guinea Ecuatorial es el único país africano donde el español es idioma oficial y la lengua más hablada, junto con el Fang. La religión católica es mayoritaria entre la población, que la profesa con gran devoción.
Teóricamente es un estado presidencial, con varios partidos políticos legalizados, sin embargo, en la práctica resulta un estado de partido único que mantiene el poder efectivo. Este poder ser consigue a través del control absoluto sobre todas las áreas sociales de la pequeña república. El país lo dirige su presidente con mano de hierro, el cual elige a las personas que forman su núcleo político más cercano, distribuyendo de esa forma el poder con la finalidad de perpetuarse en el mismo.
Coyuntura económica:
Guinea Ecuatorial cuenta con una renta per cápita elevada en comparación con los países de su entorno; su principal fuente de ingresos es la venta de hidrocarburos y gas, que ha procurado en los últimos años unos altos niveles de ingresos al Estado. Sin embargo, la fluctuación de los precios del crudo, junto con la enorme corrupción imperante ha sumido al país en una crisis económica, esto, añadido al confinamiento causado por el virus SARS-CoV-2 ha provocado el empobrecimiento de la población con menos recursos, debido a la informalidad de la economía de estas clases sociales.
Coyuntura social:
El crecimiento económico que hemos mencionado no ha significado que se traslade este progreso a la población en general, por lo que este mismo crecimiento provoca un sentimiento de estigmatización en el pueblo, que no percibe avances en sus demandas tradicionales y legítimas.
Por otro lado, el país cuenta con un elevado porcentaje de población inmigrante proveniente de países cercanos como Mali, Burkina Faso, Senegal, Camerún o República Centro Africana; que llegan deslumbrados por el crecimiento del país, la construcción o la abundancia de petróleo; esta cuestión también genera problemas de integración graves, provocando que en los últimos años se haya achacado a los inmigrantes el aumento de los índices de criminalidad.
Las contrapartes de Acción Verapaz se encuentran distribuidas geográficamente en la zona continental, con Bata como capital y la isla de Bioko, con Malabo como capital. Desde allí trabajan tanto con la población local como la inmigrante en diversas tareas como el acompañamiento pastoral, la educación de niños, jóvenes y adultos y la sanidad.
Necesidades de las contrapartes:
Con este escenario, las necesidades de las contrapartes que trabajan en la República de Guinea Ecuatorial son esencialmente las derivadas de proyectos de integración de la población más desfavorecida, recursos destinados a la educación básica de los más jóvenes y la formación profesional, necesidades de emergencia ante determinadas circunstancias coyunturales y de infraestructura que acompañe a los proyectos mencionados.
La situación educativa de Ayene: un colegio y un instituto de Bachillerato en muy malas condiciones