Como introducción: Acabamos de terminar el curso 2017-2018. En Verapaz hemos vivido intensamente, echad una miradita a la pág. web y repasar actividades, reuniones de comisiones o delegaciones, encuentros, asambleas, proyectos desarrollados, dinero empleado en esos proyectos o en situaciones de emergencia como la última de Guatemala. Por si esto fuera poco, desde hace aproximadamente un mes, se está elaborando un nuevo Plan Estratégico para los próximos cuatro años y nos invitan a participar especialmente en sus objetivos, lo encontraréis en la web. Tiene importancia, no es un simple trámite, nos ayuda a seguir orientados, a no despistarnos y continuar un camino ambicioso en el mejor de los sentidos.
Verapaz, y otras muchas organizaciones y personas particulares también, han mantenido su esfuerzo en coherencia con aquello que se proponen para cambiar este mundo haciéndolo mejor.
Paso a un segundo punto: Os invito a pensar y a debatir, si queréis, el título del comentario “descanso ganado”. Hace pocos días escuché (no es la primera vez ) en un encuentro de otra ONG a dos buenas y queridas personas este comentario: “qué barbaridad! Se van a ir casi dos meses, como si todo estuviera arreglado ¡con lo que hay por hacer! Y además con lo que se gasta…“ Una persona a la otra se reforzaron el comentario muy convencidas de que tenían toda la razón. Y yo me quedé pensando que la carga moral o el compromiso, (desde la fe con frecuencia) es tan grande que discutimos o sin discutir señalamos las inversiones de tiempo y dinero en descanso y ocio. Me parece un gran error, pero que no se deduzca un llamamiento a la pasividad y a rebajar la conciencia que nos mueve a trabajar por los demás. Tampoco a caer en un relativismo moral que no distinga lo bueno y lo justo de la comodidad y la evasión o de la juerga casi permanente de cualquier tipo.
Como he dicho antes este tipo de comentarios los escuchamos y los hacemos, yo al menos tengo esa experiencia. Parece como si el buen activista o voluntario/a es bueno según mi medida y modelo ¡qué peligro medir a los otros con nuestro rasero! ¡qué peligro medir la generosidad o el compromiso de los demás! ¡qué peligro convertir la lucha por un mundo más justo en control a mi modo y medida! Asumir la diversidad y la libertad de cada cual no está reñido con planificar y evaluar nuestro trabajo y compromiso colectivo, pero siento que con la mejor de las voluntades a veces pisamos algunos palitos… Particularmente llego en mi reflexión a obviedades como que es bueno descansar, es bueno celebrar, es bueno interrumpir las tareas y premiarnos, es buenísimo estar con los amigos y/o la familia en una terracita, es sano parar y contemplar la naturaleza, y leer o hacer aquello que se nos antoje.
Si nos pusiéramos a recapitular todo lo trabajado en este curso seguro que nos emocionábamos, unas cosas mejor hechas que otras pero con buena intención de fondo. Una vez más tenemos que felicitarnos y muy convencidos tomar el descanso necesario o el que buenamente podamos y disfrutarlo. ¡NOS LO HEMOS GANADO!
Madrid, 2 de julio de 2018
Adriana Sarriés