En julio de 2012, hace casi cuatro años, esta mujer madre de dos hijos recibió la noticia de que a su marido lo habían asesinado en plena calle. Acudió de inmediato y permaneció junto a su esposo hasta que se produjo el atestado y levantamiento del cadáver. Casi de inmediato fue detenida y acusada de ser la instigadora del crimen, llevada a las dependencias policiales y salvajemente torturada. Todo esto ocurría en Culiacán, Estado de Sinaloa (Estado muy conocido por su alto índice de violencia, tráfico de drogas, corrupción e impunidad).
Después de someterla a asfixia, tenerla cabeza abajo y violarla fue obligada a firmar una confesión de culpabilidad. Y según sus palabras “por salvar la vida firmó” ¿quién no lo haría? Pero Yecenia se armó de valor y denunció los hechos. Le han acompañado su abogado y familia en este durísimo recorrido donde han solicitado por todos los medios investigación y justicia.
Durante estos años se ha sostenido firme defendiendo su inocencia y manteniendo la denuncia por semejantes atrocidades, interponiendo todas las medidas legales que le han sido posibles. Acudió también a Amnistía Internacional y previa investigación del caso, la maquinaria de cartas y firmas fue creciendo y creciendo, la presión internacional pidiendo justicia a las autoridades y jueces ha hecho su labor.
La buena noticia: Yecenia Armenta Graciano ha sido puesta en libertad el día 7 de junio.
Una vez más se confirma que los apoyos masivos hacen un trabajo que sólo las víctimas no pueden hacer.
Esta mujer y algunas otras mujeres mejicanas están denunciando hechos que se mantenían en silencio y como consecuencia la impunidad era lo “normal”. Su valentía y lucha merece nuestro reconocimiento y que les hagamos un huequecito en esta página de Verapaz.
Adriana Sarriés Junio de 2016