La muerte de Arcadi Oliveres, no por previsible, pues se había deteriorado mucho su salud, no ha dejado de entristecernos, pues le admirábamos y a la vez le queríamos. Que haya alcanzado un merecido descanso, pues fue un luchador infatigable en favor de la Justicia, la Paz y los Derechos Humanos y siempre dentro de métodos de la no-violencia activa.
Lo conocí a principios de los años 80, cuando acudía con frecuencia a echarnos una mano a quienes estábamos iniciando el caminar de la Comisión Diocesana de Justicia y Paz, en Valladolid. Siempre que acudimos a él respondió. Esta es la experiencia que también tuvimos en Acción Verapaz, pues nos ayudó tanto en un Encuentro de Derechos Humanos, en el año 2010, así como en el Encuentro Anual de formación, en Valladolid, el año 2016. En este caso cuando ya comenzaba a tener problemas de salud, pudiendo comprobar la coherencia que había en su persona entre aquello que decía y lo que vivía. ¡Gracias!
El texto que ofrecemos, tomado de Infolibre, lo compartimos plenamente y expresa, mejor que lo haríamos nosotros, lo que sentimos.
José Antonio Lobo