La Cumbre del Clima COP26 de Glasgow está a las puertas, como nueva oportunidad de cambiar el rumbo del sistema atendiendo a la emergencia climática y ecosocial. Distintas confesiones cristianas y no cristianas se vienen manifestando sobre la necesidad de atender los avisos reiterados que llegan hace tiempo desde el mundo de la ciencia y están siendo reivindicados desde todos los sectores sociales.
El Papa Francisco reunió a primeros de octubre a líderes religiosos y científicos para mostrar ese llamado unitario. La campaña Planeta Sano Gente Sana está recogiendo adhesiones de todas las personas que piden que esta COP26 signifique realmente un paso adelante para alcanzar compromisos para reducir el ya inevitable impacto del cambio climático. Y en sintonía, el Movimiento Laudato Si presenta estos días casos concretos de instituciones religiosas que se toman en serio este camino y desinvierten en empresas que negocian con combustibles fósiles. Se trata de 72 instituciones en 10 países (entre los que aún no está España).
REDES se suma a este clamor también desde distintas plataformas de la sociedad civil en las que participamos junto a otras entidades de Iglesia, como Cáritas y Manos Unidas. Es el caso de la Alianza por el Clima, que junto a la urgencia de las medidas, insisten en que estas se tomen teniendo en cuenta que el cambio climático exacerba las desigualdades y la injusticia, al sufrirlo en mayor medida las personas más vulnerables. Por su parte, Futuro en Común, que nos acompañó en la apertura de nuestro reciente Foro de Incidencia Política a través de Isabel Iparraguirre, quiere destacar en su campaña #NosVaElFuturoEnEllo cómo en todo el planeta hay personas que se organizan para aportar soluciones y nuevos modelos de desarrollo.
Tenemos pues una oportunidad de, a nivel personal y de nuestras instituciones (colegios, comunidades, grupos…), dar pasos concretos en nuestro estilo de vida, mantenernos informados y expresar nuestra voz para mitigar y frenar los efectos del cambio climático.
Fuente: RedesOngd