Hoy 18 de diciembre, Día Internacional de las Personas Migrantes, como muchos otros años, estamos aquí para visibilizar fronteras que se quieren invisibilizadas. Fronteras que se van multiplicando en el tiempo: Canarias, Ceuta y Melilla, Lampedusa, Libia, las Islas Griegas, los Balcanes, Bielorrusia, Calais… Se trata de "zonas grises", donde se cometen abusos y violencias, donde no se respetan los derechos humanos más básicos, donde parece que está permitido lo que dentro de la UE se consideraría inaceptable.
La culpa a espiar por tan feroz tratamiento es la de desplazarse en busca de una vida digna, impulsados por muchas y variadas razones: guerras, persecuciones, miseria económica, expolio de recursos, cambio climático, falta de oportunidades. Frente a esta necesidad Europa cierra los ojos y erige muros, no ofrece casi vías seguras y reguladas, intenta frenar con cualquier medio un movimiento migratorio que siempre ha existido y siempre existirá, que ha plasmado y enriquecido nuestras sociedades.
Para el año 2022 la Unión Europea asignará 750 millones de euros como presupuesto a la agencia Frontex.
- 750 millones que se utilizarán para seguir militarizando las fronteras externas de Europa.
- 750 millones que significan el beneficio económico de unas pocas empresas frente al sufrimiento de miles de personas.
- 750 millones para vallas, concertinas, centros de internamiento y detención, sofisticados sistemas de control, drones y otras tecnologías con un único objetivo: bloquear de la manera que sea a quienes buscan una vida digna, sin darles alternativas legales y seguras y alimentando así las mafias y la trata de personas.
En cambio, creemos y exigimos que esos valiosos recursos económicos se destinen a políticas de visados, de integración, de acogida y de solidaridad internacional.
Una sociedad que permite tratos inhumanos y degradantes hacia cualquier persona nos indigna y nos preocupa : ¡los derechos de las personas migrantes son los derechos de todas y todos!