David, voluntario de Misioneros Dominicos nos comparte la crónica del encuentro del 6, 7 y 8 de mayo, encuentro compartido con los voluntarios de Acción Verapaz

Los días 6, 7 y 8 de mayo celebramos el último Encuentro Misionero de Misioneros Dominicos – Selvas Amazónicas del curso, realizado conjuntamente con los voluntarios y voluntarias de Acción Verapaz. Recibimos la hospitalidad de las hermanas Oblatas del Santísimo Redentor de Ciempozuelos, que nos acogieron en su casa durante el fin de semana. 

En las primeras palabras dije celebrar porque propiamente fue un festejo. Y no faltaban motivos, el primero de todos poder reunirnos de nuevo, estar juntos y compartir las ilusiones y proyectos personales y comunitarios en los que cada uno de nosotros anda. Así, tuvimos todo lo propio de una fiesta: se cantó, se bailó, se jugó, se compartieron meriendas y aperitivos, se brindó, se comió paella... de todo tuvimos. Incluso dimos la enhorabuena y celebramos el matrimonio reciente de nuestros compañeros Ángeles y Juan.

Y también se trabajó. En los momentos de formación se trataron los contenidos propios del estar ya a medio paso de salir en misión: tuvimos una charla con una médica especialista en medicina tropical, que nos informó de la prevención, las vacunas, cómo preparar el botiquín, se resolvieron dudas, etc., tuvimos distintos talleres donde se habló de afectividad, emociones y resolución de conflicto, del trabajo en equipo y de seguridad, llegando a comentar incluso las características particulares de cada uno de los puestos de misión donde se nos recibirá en los próximos meses (D.m.).

En el centro del encuentro también se celebró la ya tradicional misa de envío, presidida por fr. Jesús Díaz Sariego, Prior Provincial, en la que tanto aquellos que saldrán en los próximos meses a sus destinos internacionales como quienes se sienten llamados a continuar sirviendo en las distintas misiones en las que ya están involucrados, fuimos enviados simbólicamente con este gesto. (Puedes leer la Oración de Acción de Gracias preparada por Sagrario Rollán para la celebración).

El broche lo pusieron Manolo y Almudena, que nos animaron y nos conmovieron con su testimonio misionero. Son un matrimonio laico, padres de una familia numerosa, con más de 14 años de entrega en la selva peruana, y que tuvieron la generosidad de visitarnos desde Ponferrada, compartirnos su historia y responder a nuestras preguntas. Como siempre, fue muy inspirador escucharlos. 

Damos las gracias por este encuentro en el que pudimos notar como el ritmo se recupera y el espíritu misionero siempre se renueva y nunca se agota.

David, voluntario de Misioneros Dominicos - Selvas Amazónicas