Nos lo cuenta Rafael Marco, amigo de Acción Verapaz, de la Sociedad de Misiones africanas:
'Seguimos con los invidentes, también en Dosso donde me encuentro desde finales del mes de Octubre pasado. Dosso es la capital de la provincia, bastante extensa, una ciudad de unos 100.000 habitantes de cultura y lengua djerma-songhay que es la que estoy manejando desde que llegué a Niger hace ya 12 años empezando por el puro y rocoso songhay de Tera pasando por el armonioso dendi de Gaya hasta llegar al comercial y político djerma de Dosso, la misma lengua en tres modalidades, demasiado para esta vieja cabeza, pero tozuda y curiosa.
Sigo con los invidentes que descubrí en Gaya y que intento conocer, descubrir, agenciar aquí con alguna experiencia adquirida y el cariño con el que te enganchan.
- Es que no se les puede dejar de querer, me dice Dieudonné. Es que los ves tan desamparados y con una carita interrogante e inocente que no puedes dejar de acariciarla y bendecirla.
He estado dándole vueltas desde que llegué. He intentado informarme, tomar contacto con unos y con otros: miembros de la comunidad, maestros, instituciones y finalmente con unos jóvenes que he ido conociendo y sensibilizando en estos espacios tan peculiares como son los de los más pobres, abandonados, invisibles e incontables en el país más pobre del mundo… y parece que el intento va cuajando
Hemos iniciado un proyecto después de una seria información y darle muchas vueltas a la cabeza que consiste en facilitar el trasporte de estos niños a la escuela, ida por la mañana temprano y vuelta al atardecer, procurarles la comida a mediodía; muchos de ellos, una veintena, habían dejado de ir a la escuela precisamente por falta de los medios que ahora les brindamos.
Tenemos poca experiencia, apenas una semana, pero hasta ahora el resultado parece muy positivo: unas motos-triciclo van a buscarlos todas las mañanas a puntos bien determinados y los llevan a la escuela, una escuela inclusiva para niños invidentes, comen a mediodía los manjares que les prepara Zara, una madre de cinco niños, viuda, de brazo remangado y dispuesta a todo:
- Es que son encantadores, es que me los comería. Ayer venía una niña cieguecita asustada porque era la primera vez que venía a la escuela y estaba paralizada. La cogí en brazos y le fui dando de comer hasta que empezó a jugar con sus vecinitos.
En estas estamos y son Franc y Dieudonné, los dos jóvenes que han ido montando todo este tinglado, que no es fácil y lo suyo les está costando, pero por ahora parece que funciona estupendamente.
Así funcionaremos hasta final de curso y mientras iremos estudiando la manera de alcanzar otras etapas como la formación específica de estos niños, el material necesario o el estudio y tratamiento médico de sus problemas visuales. Son muchos los casos de invidencia con los que nos vamos encontrando y ante los que nadie parece prestar atención.
Adjunto os envío el testimonio de Dieudonné, uno de los jóvenes que organizan este proyecto. Me parece muy significativo, y no es una persona presta a la alabanza o a dorar píldoras. Estoy seguro de que sus palabras le han salido del alma y que las siente de verdad. Desde que estoy aquí es con el que trabajo la lengua y la cultura djerma y le conozco más que un poco.
Esto promete, con la gracia de Dios'.
Un abrazo fuerte
Rafael