Cáritas Diocesana de Salamanca, con varias entidades religiosas del lugar, llevan ya un tiempo colaborando en la atención a personas con problemas de salud mental en situación de exclusión social en la provincia de Salamanca. Se hace a través del Proyecto Ranquines, que dirige un Centro de Día, para ofrecer apoyo psicosocial y servicios básicos a estas personas. Este centro se concibe como un recurso de servicios sociales especializados que garantiza la atención integral y continuada a las necesidades de la persona con trastorno mental con más dificultades de integración social. Tiene una capacidad de 40 plazas, contando con la atención de un equipo multidisciplinar. Se ofrecen: servicios para cubrir necesidades básicas (alimentación, aseo, lavandería y transporte); colaboración en el mantenimiento o mejora del nivel de salud; rehabilitación y apoyo comunitario, para que las personas alcancen el mayor nivel de autonomía personal y de desarrollo de las habilidades ocupacionales, laborales y sociales que faciliten la inclusión socio laboral. También contempla apoyo y orientación a la familia.
El Centro de Día de Salud Mental Ranquines, gestionado por Cáritas Salamanca, quiere garantizar la atención integral y continuada, a personas con trastorno mental, con grandes dificultades de integración social. Su objetivo se centra en promover la autonomía de la persona con trastorno mental grave y favorecer la posibilidad efectiva de su inclusión en la comunidad, del modo más integrado posible, ofreciendo una atención integral y continuada a sus necesidades, y potenciando sus capacidades según el rol social de su ciclo evolutivo y su proyecto de Vida.
Desde hace tiempo Acción Verapaz colabora con Cáritas Salamanca, para dar continuidad a este proyecto. Este año ofreció una donación, procedente de la Delegación de Salamanca de Acción Verapaz, que ha servido, entre otras cosas, para realizar talleres que buscan la motivación y los intereses de los participantes. Han sido talleres ocupacionales, como bricolaje, manualidades, lectura y diálogo, deporte; y terapéuticos, como psicoeducación, habilidades cognitivas, educación emocional, habilidades sociales, musicoterapia, mindfulness. También se han organizado espacios de ocio los fines de semana, con resultado muy interesante, por lo que tienen de normalidad e integración. Cabe destacar la experiencia de vacaciones en el mes de julio, como un espacio de conocimiento mutuo.
No obstante los responsables comparten sus inquietudes como la dificultad de encontrar vivienda, aun teniendo los recursos económicos necesarios, para las personas que atienden, poniendo en peligro su integración. Así mismo el problema que surge cuando se requiere atención urgente en salud mental para las personas extranjeras, que suponen el 19% de las personas atendidas, pero que se encuentran casi todas en situación irregular. Y, por último, la especial vulnerabilidad en la que se encuentran las mujeres atendidas, pues es a menudo la violencia recibida la causa de sus trastornos.
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