La crisis está poniendo ante nuestros ojos problemas y situaciones alarmantes de la población, como la falta de atención a sus necesidades básicas. Una alimentación inadecuada, la falta de una vivienda… se dan entre nosotros, aquí, cerca de nuestras casas.

La televisión nos transmitía la noticia de que hay niños que en España van mal alimentados a la escuela: Al colegio con hambre y sin cuaderno: la crisis se ceba con los niños en España.

Naturalmente el impacto de la notica fue grande y también la extrañeza. ¿Esto es posible que pase aquí? También por fortuna produjo una cierta reacción y hasta indignación: ¡habrá que hacer algo!

Desde las Organizaciones sociales, como Cáritas y otras, esto no era ninguna novedad. Tampoco lo era para Acción Verapaz, pues casi desde el comienzo de nuestra actividad, allá por el año 1996, hemos apoyado proyectos en distintas ciudades, como el de Comedores sociales, a donde acuden personas y familias, y el apoyo a algunas de estas Organizaciones sociales que aquí, en España, trabajan para hacer frente a estas situaciones.

Por eso, nos congratula que tales noticias se produzcan, para que no quede oculto lo que realmente pasa y la población se sensibilice y se movilice para conseguir que estos problemas encuentren solución, y para que todos colaboremos, apoyando a estas organizaciones que, como Cáritas y otras, trabajan en esta dirección.

Dicho esto, por nuestra parte hacemos una advertencia y manifestamos una preocupación.

La advertencia es ésta. El problema ni es nuevo aquí, aunque sea cierto que la crisis lo ha agudizado, ni menos lo es en los países empobrecidos del llamado Tercer Mundo. En Acción Verapaz, que trabajamos en el campo de la Cooperación al Desarrollo, nos hemos encontrado con este problema desde el principio. Al figurar entre nuestras prioridades la educación y atención a la infancia, hemos procurado que la educación de la infancia se desarrolle en condiciones adecuadas. Por eso hemos ejecutado proyectos de construcción de escuelas, de becas escolares, de compra de materiales escolares… Pero también de apoyo a la alimentación de los niños, para mejorar el rendimiento escolar de los niños, pues fuimos conociendo que tanto en América Latina como en África, por citar los dos continentes en los que más hemos trabajado, muchos niños vivían en esa situación. De hecho los dos programas continuados de becas que llevamos, uno en Guatemala y otro en Haití, gracias al poyo continuado de padrinos y madrinas, incluyen partidas de alimentación. Y hemos debido atender asimismo demandas específicas para atender esta necesidad de mantener comedores escolares, compra de alimentos para ofrecer una comida a los niños, etc.

La advertencia nos conduce a la preocupación, que es ésta. Que las acuciantes necesidades que se dan entre nosotros puedan llevar a que nos olvidemos de la situación todavía más extrema y generalizada de los niños, y de la población en general, en esos países empobrecidos. Nos duele escuchar: ‘primero los de aquí’. Esto nos suena a caer en una especia de lucha o enfrentamiento entre los pobres, que los perjudicará a todos y beneficia a quienes pueden ser los causantes, personas y mecanismos económicos, pues supone gastar las fuerzas y desgastarnos en peleas entre personas y grupos sometidos a la pobreza y a la marginación, y no guardarlas para la lucha contra la pobreza dondequiera que se dé, y contra las causas de la pobreza y los responsables de que ésta se vaya generalizando y extendiendo cada vez a más lugares y sectores.

En Acción Verapaz nos gustaría que fuera una realidad lo que se dice en un canto, que se escucha al menos en algunas iglesias: ‘Los pobres de la tierra levantan hoy su voz y en su dolor y llanto se oye la voz de Dios’.