Porque, ¿quién es mayor? ¿El que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿Acaso no es el que se sienta a la mesa? Sin embargo, yo estoy entre vosotros como el que sirve.
Lucas 22, 26-27
Cómo te pega, Ramiro, este versículo. Qué bien lo entendiste y viviste. Ésta quiere ser nuestra palabra, de despedida y agradecimiento, ahora que te nos has ido.
Desde Acción Verapaz te hacemos un pequeño homenaje a ti, que te apellidabas SERVICIO. Callado, sin ruido, pero permanente, constante y a todos. Cuando nos acercábamos al albergue, a una reunión, a un encuentro, …ahí estabas: en la portería acogiendo a quien entrara; o preparando sábanas y ropa para las personas que allí se alojaban, o cogiendo el coche para ir a buscar comida y cajas de fruta que necesitabais para repartir; o con tu mandil puesto, haciendo una paella o fregando la vajilla.
Ése eras tú, Ramiro, siempre en marcha. Siempre atento. Siempre en camino hacia el otro y para el otro.
Descansa ya. Tu misión está cumplida. Disfruta ahora de la Paz, con mayúsculas, merecida. Era tu hora. Dios te ha dicho, ven conmigo. Reposa. Es suficiente.
Gracias por todo lo que has sembrado y derramado en cada una de las personas que por vuestra casa ha pasado. Y no te preocupes, ahora nosotros, los de Verapaz, nos comprometemos a coger tu mandil e intentar servir como tú.