1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.
Pocos imaginaban cuando se redactó esta Declaración que al cabo de poco más de cincuenta años este artículo iba a ser objeto de cuestionamiento. Y realmente, redactado tal y como esta, es peligroso, se ha demostrado y se sigue demostrando que lo es: En 2011 había 1.210 personas con un patrimonio de 4’5 bill.US $ mientras los hambrientos en el mundo eran 870 millones.
Este Derecho, “claramente merecería una enmienda…” Lo planteó un amigo hace pocos días durante el Congreso de Teología celebrado en Madrid ¡y tiene razón! La propiedad sin límite, con escasísimos controles y tributaciones nos ha llevado a un mundo donde el acaparamiento de unos pocos es de tal magnitud que sólo deja las migajas para las mayorías. Y no es delito!
En la Unión Europea, como en nuestro país, los Gobiernos lo demuestran sobradamente : frente a la crisis, control del déficit y para ello medidas de austeridad mediante recortes del gasto público: sanidad, educación, cultura, dependencia, pensiones … Pero incrementar los ingresos a través de reformas fiscales progresivas para lograr que los sectores con mayores ingresos contribuyan equitativamente, replantear el pago de una deuda que la banca y el sector privado han socializado empobreciendo a las clases medias y sectores populares, luchar realmente contra la evasión fiscal (paraísos, etc.) y contra la economía sumergida -especialmente de las grandes empresas- , rebajar los privilegios (políticos, Iglesia, etc …) eso no forma parte de sus programas ni de sus hechos.
¡Qué miedo a tocar la propiedad de los grandes, que miedo a ponerles freno!
¡Qué fácil es meter la mano en la caja de los otros ciudadanos!
¿Tendría sentido plantear que se estudie una enmienda a este artículo?