Haití conmemoraba el pasado domingo 12 de enero los cientos de miles de víctimas del terremoto que devastó el país en 2010, con fuertes inquietudes ante la lentitud de la reconstrucción en la capital, donde el palacio presidencial y la catedral continúan en ruinas.
La destrucción causada por el terremoto del 12 de enero de 2010, está aún muy presente en Puerto Príncipe, la capital del país más pobre del continente americano. El devastador terremoto causó 300000 muertes, dejó sin hogar a más de 1’5 millones personas, pérdidas materiales por 7000 millones de dólares y 1’5 millones de damnificados, de los que hoy el 90 % ha logrado volver a su lugar de origen, mientras más de 146000 haitianos siguen en campos de desplazados en situación de alta vulnerabilidad.
Cientos de haitianos, la mayoría vestidos de blanco, se dirigían el domingo a los centros de culto para conmemorar el aniversario.
La fecha fue decretada “jornada de conmemoración y reflexión” por la presidencia de la república.
En el transcurso de la jornada, “la bandera nacional quedará a media asta, las discotecas y otros locales similares permanecerán cerrados”, anunció el gobierno, que también llamó a las cadenas de televisión y emisoras de radio a difundir contenidos acordes.
“Seguimos este 12 de enero de 2014 con sentimientos de profunda inquietud, no sólo con respecto a la capacidad de las instituciones públicas a responder a las demandas sociales sino también por nuestro verdadero compromiso en la política de reconstrucción del país”, escribió en un mensaje el presidente del Senado, Dieuseul Simon Desras.
Temprano en la mañana del domingo, el presidente Michel Martelly acompañado de la primera dama tenían previsto colocar una ofrenda floral en la localidad de Saint-Christophe, donde fueron inhumadas numerosas víctimas del sismo, en una fosa común, explicó a la AFP el portavoz de la presidencia Lucien Jura.
Una ceremonia ecuménica estuvo prevista justo antes de las 16H53 (21H53 GMT), a la hora exacta en que el sismo sacudió la isla durante 35 segundos.
“Vamos a pisar el acelerador para impulsar los principales proyectos, y los haitianos estarán orgullosos de la reconstrucción”, dijo el viernes a la prensa el primer ministro Laurent Lamothe, al hacer una presentación de varios modelos de edificios públicos que están en construcción.
Lamothe, blanco de críticas por la lentitud de la reconstrucción de los edificios públicos, entre ellos el palacio legislativo, llamó a los haitianos a permanecer unidos.
“La reconstrucción es una preocupación de todos, no solo del presidente Michel Martelly y del gobierno”, dijo Lamothe.
Dieudonné Saincy, portavoz de un partido de oposición, acusó no obstante al gobierno de “ignorar por completo el plan para la reconstrucción del país, que fue negociado con donantes internacionales”.
Admitió, sin embargo, que parte del problema era que una porción de la ayuda internacional prometida nunca fue desembolsada.
Saincy y Lamothe coincidieron también en que una parte importante del dinero, cerca de un 42%, fue dedicada a aliviar la emergencia luego del terremoto, y no a la reconstrucción.
“Tuvimos suerte de contar con ayuda de Venezuela. La mayor parte de nuestros proyectos fueron concretados con dinero venezolano. Con pocos recursos, logramos muchas cosas”, dijo Lamothe, quien expresó su esperanza de que la comunidad internacional desembolse el dinero que falta.
Saincy dijo que la crisis política también desvió la atención de los proyectos de reconstrucción.
Haití ha sido recientemente escenario de protestas contra el gobierno, lo que ha degenerado en violencia.
Además de exigir la renuncia de Martelly, en el gobierno desde 2011, los manifestantes también han exigido mejores condiciones de vida.
Planes para reconstruir Puerto Príncipe han sido desvelados, pero la construcción nunca se ha materializado.
“La reconstrucción de la capital requerirá la creación de un nuevo centro de la ciudad y de un centro administrativo”, dijo Lamothe.
Más de un millón de personas quedaron sin hogar y 42 edificios públicos fueron destruidos por el sismo de 2010.
“El país sufrió una herida profunda (…). Hemos reubicado a las personas sin hogar y ya se comenzaron a construir siete ministerios y oficinas públicas”, dijo Lamothe.
Sin embargo, cerca de 200000 personas siguen viviendo en condiciones precarias en albergues temporales, y se quejan de haber recibido poca ayuda desde que las organizaciones no gubernamentales dejaron de ocuparse de su situación.
Mientras tanto, asociaciones civiles han pedido al gobierno que detenga los desalojos forzados, que se han multiplicado en los últimos tiempos. El primer ministro ha lanzado un llamado a la comunidad internacional para que entregue la ayuda prometida por cerca de 9,000 millones de dólares. “Si la comunidad internacional hubiera honrado su compromiso, hubiéramos podido lograr diez veces más de lo que hemos hecho”, dijo.
“Debemos lograr que la comunidad internacional tome conciencia de la situación, pero Haití se encuentra en mejores condiciones a cuatro años del terremoto, aun cuando falta mucho por hacer”, agregó.