Una promesa es una promesa: Acabemos con la violencia contra la mujer.
La idea de un día internacional de la mujer surgió a finales del siglo XIX en América del Norte y Europa, en un período de turbulencia y expansión del mundo industrializado, de crecimiento fulgurante de la población e ideologías radicales.
Desde entonces, el Día Internacional de la Mujer ha adquirido una dimensión global para las mujeres de los países desarrollados y en desarrollo por igual. El creciente movimiento internacional de las mujeres, fortalecido por cuatro conferencias mundiales de las Naciones Unidas sobre la mujer, ha ayudado a que su conmemoración ofrezca la oportunidad de incrementar el apoyo a los derechos y la participación de las mujeres en las esferas política y económica.
El Día Internacional de la Mujer ha pasado a ser un momento de reflexión sobre los progresos alcanzados, una llamada al cambio, y una celebración de los actos de valor y determinación tomados por mujeres corrientes que han tenido un papel extraordinario en la historia de sus países y sus comunidades.
La mujer es la compañera del hombre, dotada con la misma capacidad mental...
Si por fuerza se entiende poder moral, entonces la mujer es infinitamente superior al hombre...
Si la no violencia es la ley de nuestro ser, el futuro está con las mujeres...
Mahatma Ghandi
Cómo empezó todo…
Un 8 de marzo de 1857, un grupo de obreras textiles tomó la decisión de salir a las calles de Nueva York a protestar por las míseras condiciones en las que trabajaban.
Distintos movimientos se sucedieron a partir de esa fecha. El 5 de marzo de 1908, Nueva York fue escenario de nuevo de una huelga polémica para aquellos tiempos. Un grupo de mujeres reclamaba la igualdad salarial, la disminución de la jornada laboral a 10 horas y un tiempo para poder dar de mamar a sus hijos. Durante esa huelga, perecieron más de un centenar de mujeres quemadas en una fábrica de Sirtwoot Cotton, en un incendio que se atribuyó al dueño de la fábrica como respuesta a la huelga.
En 1910, durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Trabajadoras celebrada en Copenhague (Dinamarca) más de 100 mujeres aprobaron declarar el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Actualmente, este día se celebra como el Día Internacional de la Mujer, que rinde homenaje a las mujeres corrientes como artífices de la historia y hunde sus raíces en la lucha de la mujer por participar en la sociedad en igualdad con el hombre. Cuando las mujeres de todos los continentes, a menudo separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas, se unen para celebrar este día, pueden contemplar una tradición de no menos de noventa años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.
Existe una verdad universal, aplicable a todos los países, culturas y comunidades: la violencia contra la mujer nunca es aceptable, nunca es perdonable, nunca es tolerable.
Secretario General, Ban Ki-Moon
Desigualdad entre iguales… en todo el mundo
Menos acceso a la educación, peores empleos, salarios más bajos, dificultades para acceder a los órganos de representación desde donde podrían cambiar las cosas, altas tasas de violencia. La desigualdad entre hombres y mujeres es una realidad en todo el mundo. En Irak, Suráfrica, México, Argentina, Estados Unidos o España, las mujeres luchan por romper la brecha que las separa de los hombres. Lo hacen a distintos ritmos.
Empezando por el vientre materno: nacer siendo mujer es más complicado en China o India por los abortos selectivos. Derechos básicos como la salud materno-infantil todavía no se han conseguido en muchos países, como en Haití, donde superar un embarazo o ser madre todavía es un logro. En todo el mundo, la violencia se ceba con las mujeres: en Suráfrica el 90% de las ciudadanas ha sufrido agresiones, en España, 49 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas en 2012.
En la mayoría de los Estados en vías de desarrollo las niñas lo tienen mucho peor que sus hermanos para ir a la escuela —66 millones de chicas no reciben la enseñanza que podría transformar sus vidas, según datos de Plan Internacional—. En los hogares más pobres, si alguien tiene que dejar la escuela para dejar en casa lo hacen antes las niñas, por lo que las tasas de alfabetización aún son más bajas en las mujeres —en Perú, por ejemplo es siete puntos menor—.
En aquellos países más avanzados en materia de igualdad la discriminación de género pervive. Las mujeres perciben menos salario por un trabajo de igual valor. Y cuando llega la hora de ver reconocida su tarea se dan de cabeza contra un techo de cristal. En Europa, ellas apenas ocupan el 14% de los sillones en los consejos de administración de las empresas que cotizan en Bolsa, con grandes diferencias entre el 27% de Finlandia, el 11% de España o el 3% de Malta.
Son más vulnerables entre los más vulnerables, y como tal los desequilibrios se ceban en ellas. Como los derivados de la crisis, que, como en España, Portugal o Grecia, las está despojando de los logros que tanto trabajo costó lograr.
Las estadísticas revelan que:
- Hasta el 50% de las agresiones sexuales se cometen contra niñas menores de 16 años.
- Globalmente, 603 millones de mujeres viven en países donde la violencia doméstica no se considera un delito.
- Hasta el 70% de las mujeres de todo el mundo aseguran haber sufrido una experiencia física o sexual violenta en algún momento de su vida.
- Más de 60 millones de niñas son novias y se casan antes de los 18 años…
Ante estas inaceptables estadísticas, la comunidad internacional está firmemente comprometida para cambiar el sufrimiento de las mujeres.
La Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW) exige a los países firmantes que adopten todas las medidas necesarias para acabar con la violencia.
Es hora de actuar
El lema de este año para el Día Internacional de la Mujer, «Una promesa es una promesa: Es hora de actuar para acabar con la violencia contra la mujer», busca reforzar el compromiso de la comunidad internacional.
Como parte de los esfuerzos dirigidos por la ONU para luchar con esta situación, la campaña ÚNETE hace un llamamiento a todos los Gobiernos, la sociedad civil, las organizaciones feministas, los hombres, la gente joven, el sector privado, los medios de comunicación y el sistema de las Naciones Unidas para unirse en los esfuerzos encaminados a corregir esta pandemia.
One Woman
Célebres cantantes y músicos procedentes de todo el mundo, desde China a Costa Rica, desde Malí a Malasia, mujeres y hombres, se han reunido para divulgar un mensaje de unidad y solidaridad: somos «One Woman», una sola mujer.