Es domingo por la tarde, este fin de semana hemos tenido el segundo encuentro del curso de voluntariado internacional con Acción Verapaz.
Quiero escribir un pequeño resumen de cómo ha sido este segundo encuentro, sin dejar pasar mucho tiempo, para no perder las sensaciones que he tenido ni olvidarme de los detalles.
El viernes por la tarde fuimos encontrándonos todos poco a poco, unos antes con la cerveza ya en mano y otros más justos por temas de trabajo, pero todos con una sonrisa y respirándose un buen ambiente.
Hicimos una dinámica por grupos que consistía en organizar una cumbre internacional asignando unas tareas a personas según su profesión o condición que nos sirvió para debatir en un ambiente distendido sobre como tenemos ya estereotipos fijados por profesión o condición de las personas, sin realmente fijarnos en cómo somos como individuos. Después de esto, con el cansancio acumulado de la semana, nos fuimos a dormir para recuperar fuerzas para el siguiente día.
El tema de este encuentro era LOS DERECHOS HUMANOS. Francisco y Adriana de Amnistía Internacional nos contaron con mucha pasión y gran conocimiento cuáles son nuestros derechos por ser humanos, cuándo y cómo se creó la Declaración Universal de los Derechos Humanos y aun sabiendo que estos derechos continuamente se vulneran, cómo ha servido esta declaración para una concienciación de la humanidad y poder luchar por la defensa de los mismos. Hablamos del derecho al refugio. La diferencia entre refugiado y desplazado, de la cifra espeluznante de personas que están en esta situación siendo un problema global. De la unión egocéntrica de Europa y la respuesta de España, la manipulación de la información para crear una atmósfera de miedo y desconfianza. Un tema que invita a la reflexión.
Maria José nos contó su experiencia como voluntaria en Lesbos, nos narró su vivencia de una forma muy abierta sincera y cercana, haciéndonos ver la realidad de lo que vivió. Compartiendo su reflexión y los errores en los que se puede caer como voluntario independiente. Nos habló de la importancia de ir con una organización que conozca el terreno y sus necesidades para poder hacer una ayuda útil y organizada. Se habló del ego-solidario viendo un video que parodia esta figura y de la porno-miseria, término que utilizan en periodismo que consiste en convertir en atractivo la miseria de los demás. Nos mostró con imágenes otra cara del refugiado que le hace más cercano a nuestras vidas. “Lo que nos diferenciaba era el país donde habíamos nacido…”
La mañana se fue volando y ya era la hora de comer, el día acompañaba para poder tomar el café en la terraza y hablar con los compañeros.
Por la tarde Alberto nos contó con detalle su viaje a Perú y su vivencia al lado de los padres Rufino y Roberto; de los detalles prácticos del viaje, comida, estancia.
Rocío nos habló con cariño de Vizcaya en Ecuador donde fue en 3 ocasiones, trabajando con la gente de allí, organizando campamentos y talleres con los niños. Y cómo se ha creado lazos de amistad que sigue manteniendo.
Después de la cena con palomitas incluidas vimos la película “También la lluvia” muy bien elegida para plasmar todo lo que habíamos estado viendo y desarrollando en el día.
Como colofón del día abrimos un pequeño coloquio sobre la película y salieron reflexiones y paralelismos interesantes.
El domingo con Maite hicimos el duro recorrido de la Frontera Sur, nos habló de la Política Europea de fronteras. Cómo las fronteras se han convertido en un negocio en el que se mueve millones de euros. Cómo se saltan los Derechos Humanos los países encargados del control de las fronteras, Marruecos y Turquía. Y cómo la pesadilla de los refugiados no termina al llegar a la Europa soñada. Nos habló de cómo es la situación en España y el trabajo que está realizando en Lavapiés. Y de este grito “BOZA, BOZA, BOZA”
Sólo me queda agradecerles a todos por venir y trasmitirnos sus conocimientos, experiencias y entusiasmo.
Gracias
Marilin