Nosotros también somos Charlie, también nos sentimos heridos por el fanatismo irrazonado que provoca masacres y que olvida que siempre es más fuerte lo que nos une que lo que nos separa. La mayoría de la comunidad musulmana se siente igualmente afectada. "¿Quién se beneficia del crimen?", se preguntó el imán de Burdeos “no beneficia ni al islam ni a los musulmanes”.
El Consejo Musulmán de Francia lo tilda de ataque a la democracia, la Unión de Organizaciones Islámicas de Francia (UOIF), cercana a los hermanos musulmanes expresó también su condena y la Gran Mezquita de París ha pedido a su comunidad que “ejerza el máximo de vigilancia contra posibles manipulaciones de los grupos extremistas de cualquier tipo"
De modo parecido han reaccionado entre otras muchas organizaciones, en España, la Unión de Comunidades Islámicas (UCIDE), la Organización de la Conferencia Islámica, y el Centro para la islamofobia (con sede en Arabia Saudi). Los gobiernos de la Liga Árabe, la Universidad Al Azhar de El Cairo, una de las principales instituciones del islam suní, y los gobiernos de varios países con mayoría musulmana, empezando por Argelia, Indonesia, Egipto, Turquía… e incluso Irán y Arabia Saudí.
Los cuatro imanes que se encontraban con el Papa
Se trataban de Tareq Oubrou, rector de la mezquita de Burdeos, Mohamed Moussaoui, presidente de la Unión de Mezquitas de Francia, Azzedine Gaci, rector de la mezquita de Villeurbanne y Djelloul Seddiki, director del Instituto de Teología de la Gran Mezquita de París. El papa les estrechó calurosamente la mano y tuvo un breve diálogo con cada uno de ellos.
"Es necesario que la comunidad musulmana se rebele" para expresar su "disgusto" ante la confiscación del Islam por "extremistas", por "locos", dijo al salir de la reunión el rector de la mezquita Burdeos, Tareq Oubrou. "Los musulmanes están traumatizados, están cansados, la mayoría silenciosa se ve a sí misma como rehén tomado por los extremistas".
En cuanto al presidente de la Unión de mezquitas en Francia, Mohammed Moussaoui, señaló que acababan de orar con Francisco "para que la paz y la hermandad se consoliden y fortalezcan al mundo ", con un pensamiento especial para los cristianos de Oriente.