Con la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se ha puesto en marcha una nueva agenda de desarrollo que pone sobre la mesa los retos de acabar con la pobreza extrema, combatir la desigualdad y lograr un mundo más sostenible.
Al mismo tiempo, nos enfrentamos a un periodo sin precedentes de crisis humanitarias, con más de 20 millones de personas en riesgo de hambruna, las mayores necesidades humanitarias de la historia y una crisis de desplazamiento global que en lugar de paliarse se está exacerbando con las políticas anti refugiados de muchos países.
Todo ello, en un contexto de auge en muchos países de gobiernos autoritarios y xenófobos, que están restringiendo el espacio de actuación de la sociedad civil y que cuestionan muchos de valores solidarios en los que se sustenta la cooperación internacional.
En el informe de la Realidad de la Ayuda de 2017, Oxfam Intermon vuelve a analizar los datos de la Ayuda Oficial al Desarrollo. La conclusión es la misma que en los últimos años, la política de cooperación sigue en caída libre. En su informe aportan recomendaciones tanto de recursos, como de estructura y de planificación para el renacimiento de esta política que es la única que lucha contra la pobreza y la desigualdad fuera de nuestras fronteras.