Desde hace algunos años Acción Verapaz está trabajando en Níger, colaborando en la ejecución de proyectos con la Sociedad de Misiones Africanas. Para entender la importancia de esta colaboración, y las dificultades que últimamente estamos teniendo, os damos unas pinceladas sobre lo que está pasando en este país.
Es importante considerar este aspecto, ya que la dicotomía interna entre la pobreza y las riquezas minerales del subsuelo (que también incluye petróleo), proporcionan el caldo de cultivo apropiado para los grupos yihadistas y explican la inestabilidad política, económica y social que vive este país. Desde 2017, la región de Tillabéri (situada en la zona del Litpako Gourma, a caballo de las fronteras de Níger, Burkina y Malí) está bajko estado de urgencia. Grupos jihadistas venidos de Malí y Burkina Faso, intentan extender su influencia en el oeste de Níger, sembrando la zona de Asesinatos, raptos, extorsión, soflamas, destrucción de escuelas… Hasta ahora Níger no albergaba bases de grupos jihadistas. Desde septiembre de 2018, se vive un nuevo fenómeno: grupos excesivamente armados circulan en moto para aterrorizar a la gente y tomar el “zakat”, dice indignado Soumana Hassane, un diputado de Tillabéri. El zakat es la limosna legal, tercer pilar del islam. “Cuentan las cabezas de ganado y toman por las buenas o por las malas el zakat en función del número”, afirmó en la televisión local un cargo electo de Inates, municipio nigerino próximo a Malí. Hubo pueblos que pagaron entre 700.000 francos CFA (1.000 €) y 900.000 FCFA (1.300 €). “Si se niegan a pagar, les matan”, afirma. “Estos bandidos obligan a los campesinos a escuchar sus discursos y después queman sus escuelas”, se indigna. Al parecer estos grupos armados quieren instalarse definitivamente en la zona. Por la noche izan el banderín negro de la jihad en los pueblos aislados y hacen la exégesis del Corán, con sermones públicos obligatorios, amenazando a profesores y fuerzas de seguridad.
Esa situación, finalmente, es la que ha provocado las dificultades en el desarrollo de algunos proyectos con nuestra contraparte, la Sociedad de Misiones Africanas. El proyecto de construcción de 6 aulas en Tafanou, para el que disponíamos de una donación, fracasó a causa de la nueva situación de inestabilidad política y social. El proyecto posterior, Salud e Higiene en Torodí, en el que se invirtieron los fondos, tiene mal futuro, pues a los misioneros responsables se les ha obligado abandonar la misión de Torodí, en la que se ubica. Sólo su regreso, que ellos desean, lo haría posible.