¡Ojalá nos diésemos cuenta de nuestro poder para ser Reyes Magos…si nos lo proponemos!
Hace apenas unos días, los Reyes Magos pasaron por nuestras casas y, a unos más y a otros menos, a todos nos dejaron algo. Había tanto papel de regalo, tantas cajas y tantos envoltorios brillantes en los contenedores, que lo más seguro es que no reparemos en que los Reyes Magos, por muy magos que sean, no pueden llegar ellos solos a todos los rincones del mundo. Y, aún hoy, en 2020, hay muchos más rincones en el mundo a los que no llegan, de los que nos podemos imaginar.
Como cada Navidad, desde la Delegación de Salamanca, intentamos acercarnos un poquito a esos rincones para, de alguna forma, ser Reyes Magos con ellos.
No nos piden ni regalos envueltos con papeles brillantes, ni mucho menos regalos empaquetados en grandes cajas. Nos piden mucho menos que eso, nos piden lo justo para que sus hijos puedan, AL IGUAL QUE LOS NUESTROS, sentarse en una silla y tener un pupitre en sus escuelas; nos piden ayuda para que las mujeres, SÍ, LAS MUJERES, puedan iniciar pequeñas actividades comerciales con las que mantener a sus familias.
Accede a este precioso texto completo en el siguiente enlace