Nuestra voluntaria en República Dominicana, María Moreno, nos comparte su extraordinaria experiencia, ya de cinco meses, con los Peregrinos de El Seibo...
"Ha sido tantísimo lo aprendido, vivido y sentido en la lucha de los peregrinos y peregrinas del Seibo, que es imposible expresar con palabras, y mucho menos, en estos breves renglones que escribo desde mi corazón.
Sinceramente, solo tengo palabras de agradecimiento… Aún no me explico, cómo después de cinco meses fuera de mi País y lejos de mi seres queridos, frente a situaciones un tanto hostiles, difíciles y violentas, jamás me he sentido sola, desprotegida o insegura. Imagino será porque la magia existe… y no sólo está en las hadas o las estrellas fugaces… también está en República Dominicana, en la culebra de Vicentillo, junto a mi familia de peregrinos y peregrinas del Seibo, junto a la cual he vivido los momentos más intensos de mi vida, pero sin lugar a dudas, los de más aprendizaje".
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