El motivo de este calendario tan amplio de recordatorios es que la lucha contra esta lacra tiene que abarcar todas las miradas, de la local a la internacional, ya que la explotación de seres humanos puede o no conllevar el paso de fronteras. Es necesaria la concertación de todas las instituciones sociales, policiales, empresariales, comerciales, etc. que ayuden a detectar, proteger y asistir a las víctimas; reforzar la prevención y perseguir a los traficantes; mejorar la coordinación y cooperación entre los interesados perfeccionando la coherencia de las políticas como expresa, entre otros objetivos, la declaración de la Estrategia de la UE para la erradicación de la trata de seres humanos (2012 – 2016).
La trata de seres humanos es el tercer negocio ilegal más lucrativo tras el tráfico de armas y de droga. La Organización Internacional del Trabajo calcula que casi 21 millones de personas en el mundo son víctimas del trabajo forzoso. En esa cifra se incluye también a las víctimas de trata para la explotación laboral y sexual.
Alrededor de 4,5 millones son explotadas sexualmente, mientras que casi un 70% son forzados a trabajar en actividades que van desde la agricultura, construcción pasando por la manufactura y los empleos domésticos. Mujeres y niñas representan la mayoría de las víctimas de explotación laboral 11.4 millones (55%), comparadas con 9.5 millones (45%) de hombres y niños, aunque los niños representan el 26% del (5.5 millones de víctimas infantiles).
En España unas 45.000 mujeres y niñas son víctimas de trata, un negocio que mueve unos cinco millones de euros cada día. El Gobierno aprobó el 18 de octubre pasado una declaración institucional con motivo del Día Europeo de Lucha contra la Trata de Seres Humanos y realiza declaraciones institucionales en este día desde el año 2010 porque considera que la sensibilización es fundamental para su eliminación. También se aprobó recientemente, con partida presupuestaria incluida, el Plan Integral de lucha contra la trata de mujeres y niñas con fines sexuales.
Muchas asociaciones y Ongs trabajan en los distintos pasos que pueden ayudar a erradicar este mal, desde la denuncia y atención a víctimas a la prevención por medio de la sensibilización, proyectos educativos y erradicación de la miseria que fuerza a estas personas, en muchos casos, a entregar su vida a las mafias.