Desde SICSAL, Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad con los pueblos de América Latina, nos llega la buena nueva de que finalmente Monseñor Romero será reconocido oficialmente por el Vaticano como santo.
Aunque sin confirmar, parece que la fecha de canonización, posiblemente junto a la de Pablo Sexto, tendrá lugar el próximo 21 de octubre en la Plaza de San Pedro en el Vaticano en el marco de Sínodo de Obispos sobre los Jóvenes, convocado del 3 al 28 de octubre. Será el mismo para Francisco quien, en mayo, confirme la fecha y lugar de la ceremonia.
Monseñor Romero fue asesinado en 1980 en la capilla del hospital La Divina Providencia mientras celebraba misa por la ultraderecha, que no le perdonó su mensaje de justicia social. Romero defendió a los pobres y denunció la injusticia social y la represión militar, por lo que fue duramente atacado por la derecha y el Ejército y hasta por obispos y cardenales conservadores. La dictadura militar se opuso con contundencia a su labor pastoral contra la represión de los pobres a manos del ejército al principio de la guerra civil que sacudió el país entre 1980 y 1992.
El arzobispo salvadoreño fue beatificado en San Salvador el 24 de mayo de 2015 ante un cuarto de millón de compatriotas, y fue puesto como ejemplo de modelo para la paz y el perdón en toda la región. Francisco desbloqueó el estancado proceso para la canonización de Romero, que estuvo retenido durante años por el Vaticano debido principalmente a la oposición del clero conservador de Latinoamérica, que temía que la relación de Romero con la Teología de la Liberación diese alas a un movimiento que defiende que las enseñanzas de Jesús piden a sus seguidores que luchen por la justicia social y económica.