Un millón de personas, que ya estaban luchando por borrar los estigmas del destructor terremoto de 2010, se encuentran amenazadas por la falta de alimentos en Haití al haber sido alcanzados por el huracán Sandy la semana pasada, ha indicado este viernes un miembro de Naciones Unidas.
“Siempre es difícil tener una idea precisa de los desastres causados, pero Sandy, que ha dejado más de 50 muertos en el país, también ha destruido o dañado las casas de unas 20.000 personas”, ha declarado Johan Peleman, de la oficina de asuntos humanitarios de la ONU (OCHA), en la web de Naciones Unidas.
El norte de Haití, ya afectado este año por una larga sequía, también había sido castigado por el huracán precedente, Isaac, en agosto. Las autoridades temen que en este momento lo que quedaba de las cosechas ha sido completamente destruido por Sandy.
“Con el sur, también afectado a su vez, se temen serios problemas de malnutrición e inseguridad alimentaria en los próximos meses” –añade Peleman en la radio de la ONU.
El huracán ha devastado la agricultura y la red de carreteras del país. El Primer Ministro Laurent Lamothe ha lanzado también una llamada a la “solidaridad internacional” el martes. Según las estadísticas presentadas por sus ministros se han registrado enormes pérdidas en el sector agrícola que se elevan a más de 104 millones de dólares.
La ministra de Salud pública, Florence Guillaume, también informó de una situación alarmante ya que los casos de cólera aumentan generalmente los días posteriores a las inclemencias climáticas.
Se teme un aumento del número de personas afectadas por el cólera, ha apuntado Peleman.
En el plano internacional, este nuevo desastre que azotó Haití ha pasado relativamente desapercibido comparado con la cobertura mediática del paso del Sandy en los Estados Unidos y especialmente en Nueva York. Sin embargo Venezuela, Francia o Méjico ya han ofrecido su ayuda.
Estado de emergencia en Haití tras el huracán Sandy
Una semana después del paso del huracán Sandy que ha dejado 52 muertos en Haití, el presidente, Michel Martelly ha decretado el estado de emergencia nacional en la isla durante un mes. “El balance es grave, muchos canales de comunicación han salido volando. No han resistido los caminos y puentes, ha quedado cortado el acceso a varias ciudades, la economía ha sido duramente golpeada”, precisa el comunicado gubernamental.
De hecho el paisaje es desolador: casas destruidas, puentes derrumbados, carreteras cortadas, deslizamientos de tierra y miles de hectáreas de terrenos agrícolas inundados. Las autoridades también temen la hambruna, el 70% de las cosechas han quedado destruidas.
El temor de una nueva epidemia de cólera
El balance humano es igualmente grave con más de 50 muertos y 19 heridos. Los socorros continúan la búsqueda, una veintena de personas siguen desaparecidas. En resumen, 200.000 personas han sido afectadas y miles han tenido que abandonar sus hogares.
La ayuda humanitaria está organizada en el terreno pero la situación es crítica. La población carece de todo: mantas, agua potable, medicamentos, alimentos… la principal preocupación de estas asociaciones es que llegue una nueva epidemia de cólera, principalmente provocada por problemas de higiene. Desde el año 2010 el cólera ha dejado 4.400 muertos en Haití y ha afectado a más de 500.000 habitantes.
¿Haití la maldita?
A los miles de personas desplazadas se unen numerosas familias que ya vivían en campos de refugiados por causa del terremoto del 2010 que sacudió la isla. Ahora que los haitianos se estaban recuperando todavía del paso del huracán Isaac el agosto pasado, han sido violentamente dañados por el huracán Sandy.
El gobierno ha anunciado la concesión de 350 millones de gourdes (6,3 millones de euros) para ayudar a las regiones afectadas. Se ha lanzado un llamamiento a la ayuda internacional. La Unión Europea, en la voz de Catherine Ashton, ha anunciado que apoyará los esfuerzos de reconstrucción.