La preocupación por los cristianos en Irak en Verapaz viene de lejos. En el año 2001 José Antonio Lobo, Secretario Ejecutivo de A. V. visitó este país. Formaba parte de una Comisión de la Orden, integrada por el Promotor de Justicia y Paz de la Orden, una dominica de la Congregación de la Presentación, de nacionalidad francesa, un dominico italiano y el susodicho.
El objetivo era prestar nuestro apoyo a los dominicos y dominicas iraquíes en una situación bien difícil en aquél entonces, como minoría religiosa en un país mayoritariamente musulmán, y temiendo una nueva intervención militar, cuyos resultados sabían que iban a ser dañinos para los cristianos.
Además, estuvimos presentes en la V Conferencia Cristina por la Paz, cuyas sesiones presidía un dominico y en ella con presencia de todas las confesiones religiosas del país, que eran muchas, incluyendo a los musulmanes; visitamos el Hospital San Rafael, regentado por las dominicas de la Presentación, cenamos una noche con los dominicos de la comunidad de Bagdag, viajamos a Mosul acompañados del Prior y allí dormimos en lo que estaba destinado a ser el noviciado, vistamos la residencia universitaria, que llevaban las dominicas de Santa Catalina de Siena, Congregación iraquí, y estuvimos en un encuentro que estas religiosas estaban celebrando, quedando admirados del gran número de vocaciones jóvenes. También visitamos Qaraqosh, enclave cristiano en un medio totalmente musulmán y nos reunimos allí con un amplio grupo de jóvenes de una parroquia, un monasterio ortodoxo…
En fin, tuvimos un contacto bastante amplio y profundo con los dominicos y dominicas y, en general como el mundo cristiano iraquí, constatando su enorme preocupación más que con la situación de entonces dentro del contexto de un estado laico, no excelente, pero mejor que la actual, a la que ya temían llevaría la previsible intervención extranjera, que se produciría en el 2003, no auspiciada por la ONU, pero sí por el famoso trío de las Azores, en el que estaba nuestro jefe de gobierno, apoyado en el parlamento sin fisuras por su partido y en contra de la voluntad popular, que se manifestó masivamente en contra de la intervención.
El mensaje claro y contundente que escuchamos en estos encuentros fue similar y lo podemos resumir así: ‘Por favor, no vengan a salvarnos, déjennos a nosotros resolver nuestros problemas y organizar nuestra convivencia, tenemos capacidad y la experiencia necesaria para hacerlo. No olviden que esta tierra es la cuna de su civilización y que cuando ustedes eran puros salvajes, aquí ya había un grado importante de civilización y de progreso. No se dejen engañar por sus jefes, que buscan falsas escusas para intervenir y a lo que vienen no es a salvarnos, sino a robarnos nuestra riqueza, que está en el petróleo’.
Por eso, de “aquellos polvos, estos lodos” y los efectos de aquellas políticas equivocadas y asesinas, son estos crímenes que ahora se cometen contra los cristianos por los musulmanes fanatizados. Es necesario difundir esta noticia y seguir preocupándose y denunciando esta situación y hacer lo que esté en nuestra mano para parar estas masacres; pero no conviene olvidar los orígenes y las causas de esta situación.
José Antonio Lobo Alonso