Con este nombre y subtítulo leí hace unas semanas un artículo que me envió un amigo; me sorprendieron sus datos y el por qué no nos los creemos. Los datos, con pequeñas diferencias, se encuentran con relativa facilidad y son datos de organismos internacionales (OMS, Banco Mundial, etc.)
La tesis es ésta: el 87% de la población mundial cree que el mundo está peor que hace 20 años y sin embargo los datos dicen que es una idea falsa. Principalmente, como figuras más destacadas, Yohan Norberg (historiador sueco) y Steven Pinker (profesor de Harvard) defienden esta tesis.
Pinker asegura que las estadísticas lo señalan como verdad. Se atreve a decir sin rodeos: “la gente, a lo largo y ancho del mundo es más rica, goza de mayor salud, es más libre, tiene mayor educación, es más pacífica y goza de mayor igualdad que nunca antes”. No olvidemos que son datos GLOBALES, no nos despistemos atribuyendo datos y teorías a un solo continente (por ejemplo Europa o América).
Norberg en una de sus publicaciones corrobora también lo anterior; la titula “10 motivos para mirar hacia adelante”. ¿Qué datos son esos?
Citaré unos cuantos:
- Según la OMS y el Banco Mundial en 1960 el 20% de los niños/as morían antes de los 5 años. Y en 2016 este porcentaje se ha reducido a la mitad, el 10%. Es una monstruosidad pero en algo más de 50 años se ha rebajado en 10 puntos.
- Desde 1980, pero especialmente entre 2005 y 2013, el % de personas que viven en la pobreza extrema se ha reducido a una cuarta parte. El sur de Asia ha bajado de un 50% a un 15% . El este de Asia y el Pacífico del 80% al 3.5% .
- La alfabetización va avanzando. En 1980 era analfabeta el 44% de la población mundial. Actualmente son el 15% (datos de OCDE y la UNESCO). Nuestro país por ejemplo dio por vencido el analfabetismo en términos generales en 2005.
- Hay más igualdad en educación y acceso sanitario.
- Se está cerrando la brecha educativa entre los hombres y las mujeres.
- La igualdad entre hombres y mujeres continúa su lenta andadura pero globalmente sigue avanzando.
- Las guerras provocaron en el S.XX la mortalidad del 5% de la población mundial y hoy están provocando la mortalidad del 1% de la mortalidad global. A partir de 2011 creció por la guerra de Siria.
- Entre 2005 y 2013 la esperanza de vida ha aumentado en 3 años y se ha reducido la mortalidad infantil en todos los continentes.
¿A qué se debe que no nos lo creamos? ¿Por qué creemos que el mundo está peor?
Algunas hipótesis:
- Lo primero de todo: Tenemos permanentemente acceso a las noticias, es un acceso mejor y mucho más rápido que el que era hasta hace pocos años. Pero los datos esperanzadores, datos o acontecimientos que son mejores para una u otra parte de la humanidad, o para la humanidad en su conjunto, quedan enterrados por las oleadas de malas noticias. Los desastres y tragedias que cada día se producen no son nada nuevo, pero los móviles y/o cámaras que hacen volar todo cuanto ocurre SÍ lo son. Y esto hace que nos parezca que cuanto sucede de malo es peor y más frecuente que años atrás.
- Estos autores y más personas analistas aseguran que actualmente somos más críticos, menos tolerantes con las injusticias y errores del sistema.
- La biología nos pone trabas para estar absolutamente satisfechos. Y por esta razón nos mantenemos activos, despiertos, curiosos…
- Con frecuencia, las personas adultas (mayoritariamente) tenemos cierta nostalgia de un pasado más tranquilo, el pasado de nuestra juventud. Y aquí viene el interrogante: ¿añoramos aquel tiempo porque era mejor o añoramos nuestra juventud?
- Y por último un tema complejo y que también hay que contemplar en cada caso y circunstancia: las noticias de que el mundo empeora se usan muchas veces con fines políticos.
Es cierto que en esta compleja paradoja hay elementos que no hemos tocado: desigualdad como fenómeno más reciente y llamativo, refugiados y desplazados de tantas partes del mundo, violencia de género..,etc. Entiendo que al leer lo anterior surjan objeciones, hoy sólo pretendo destacar esta tesis y provocar su reflexión. Otros temas los hemos abordado y seguiremos abordándolos en otro momento. Ahora dejemos mejor sabor de boca a pesar de las barbaridades que tocan a nuestra puerta todos los días. También estos datos nos reclaman optimismo, no conviene ignorarlos. Son buenas noticias aunque las maticemos…
Adriana Sarriés