NI CUCHILLAS EN LA VALLA, NI PROLONGACIÓN DEL ESPIGÓN, NADA EVITA QUE UNA PERSONA HUYA DE LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS”
Desde Acción Verapaz nos sumamos a las voces que denuncian estos hechos que, por desgracia, se repiten a lo largo de las fronteras del Sur de Europa, que son los encargados de poner muros y frenar - “disuadir” se dice en el lenguaje oficial- a quienes quieren entrar en Europa huyendo del hambre o la violencia que sufren en sus propios países. Estas personas no son delincuentes, sino seres humanes que acuciados por necesidad de sobrevivir afrontan los riesgos que supone este éxodo, con final incierto, buscando los derechos, comenzando por el derecho a la vida, que les son negados en sus países de origen. Honradamente, todos deberíamos hacernos esta pregunta: ¿No tenemos alguna responsabilidad en las situaciones de hambre y violencia que afectan a millones de seres humanos en los países de donde provienen estas personas? Este fenómeno de la emigración no se frena con los métodos que señala el título de la denuncia, sino con justicia y solidaridad.
Por eso, ante este hecho, nosotros no sólo sentimos tristeza, sino también, usando las palabras del papa Francisco ante la catástrofe de Lampedusa, “vergüenza”.
Más voces de condena sobre esta execrable situación: