En este espacio de nuestra página web incluimos noticias, comentarios, etc. que tienen que ver con los DDHH. Pero alguna vez tenía que ser la primera: en esta ocasión queremos hablar algo de la historia de estos Derechos, preguntarnos desde cuando nos interesan a los seres humanos, cuál ha sido su evolución y su proceso de gestación.
Como es complicado, y más para un comentario como éste que pretende ser breve, me conformaré con pinceladas que nos ayuden a pensar y defender con mayor sentido estos Derechos.
Recojo para empezar algunas muestras escritas de culturas y religiones:
“No hagas a otro lo que no quieras que te hagan a ti” Confucio (551-479 a.c.) Contemporáneo de Buda y que influyó fuertemente en China.
“Lo que a ti mismo te contraría no lo hagas a tu prójimo” Talmud. Sabbat, 31
“No vengarás ni odiarás a los hijos de tu pueblo. Amarás al prójimo como a ti mismo” Levítico, 19
“Estamos en el mundo para convivir en armonía. Quienes lo saben no luchan entre sí.” Cita atribuida a Buda.
“Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros” Mateo 7,12
“… y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios” Marcos 12,33
“Ninguno de vosotros es creyente mientras no prefiera para su hermano lo que prefiere para sí mismo” Todos los hombres son iguales, como lo son los dientes de un peine” “¿Cómo podría ser bendecida la nación en la que no hubiera justicia para el débil contra el fuerte? Mahoma. Dichos del Profeta (s VII)
Y podríamos seguir con citas y citas de diferentes personajes, países, épocas… Y con ellas desbrozar un poco la maraña de historias de la humanidad a lo largo de los siglos. Se nos acumularían daños humanos, crueldad, discriminaciones, guerras e injusticias y también correcciones, mejoras, avances hacia relaciones y condiciones de vida más humanas, incluso más fraternas.
Después de éste pequeño muestrario de citas no vamos a detenernos ni en países, ni en religiones, ni en épocas o periodos concretos (quizá en otra ocasión desarrollemos alguno de estos temas), saltamos directamente a La Declaración Universal de los Derechos Humanos, a sus orígenes, a su impacto y su influencia:
Cuando se elabora, por qué y cómo:
Punto de partida: el horror vivido en la Segunda Guerra Mundial hace que buena parte de los países queden “tocados” por el sufrimiento y la memoria de unos hechos dramáticos. Y plantean la necesidad de un organismo internacional que promueva relaciones más justas y menos conflictivas entre los países. Al cabo de un tiempo (1945) nace en San Francisco la Organización de las Naciones Unidas. Y muy pronto la Organización hace referencias concretas a los DDHH y crean una Comisión a la que encargan un Proyecto de Declaración. Se constituye un equipo de ocho personas, presidido por Eleanor Roosvelt de EEUU y el francés René Cassin como vicepresidente (quien tuvo una gran influencia en la redacción final). Los contenidos se debaten una y otra vez y se producen largas negociaciones hasta llegar al texto final. Un aspecto muy debatido fue sobre la inclusión de medidas para que los contenidos tuvieran carácter vinculante… Pero esto no se logró.
Tardaron 2 años en su elaboración y por fin el 10 de Diciembre de 1948 se presentó el texto para su aprobación en la Asamblea General de las Naciones Unidas. El texto fue aprobado por una amplia mayoría: 48 votos a favor y 8 abstenciones. Ningún voto en contra. Las abstenciones corresponden a la Unión Soviética y algunos países de su influencia más Sudáfrica y Arabia Saudita.
Aunque el punto de partida de la Declaración fuera el que mencionamos con anterioridad debemos de añadir que no sólo fue consecuencia de los horrores de la Segunda Guerra Mundial, también fue resultado de siglos de lentos avances en materia de DDHH. La “Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano” de 1780 fue determinante; esta Declaración fue su precedente más notable.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 es considerada como uno de los Hitos de la Humanidad.
Como tal Declaración, en principio no obliga a su cumplimiento, pero señala que es la “idea común” y desde entonces está sirviendo como:
- Referente ético en el mundo.
- Referente de posteriores documentos de las Naciones Unidas.
- Referente para documentos regionales sobre DDHH.
- Referente para las Constituciones nacionales que se han ido aprobando desde entonces en diferentes países.
Reflexiones finales: En lo que yo conozco, la gente de Verapaz somos muy tercos, estamos convencidos de que “Otro mundo es posible” y en ese mundo de todos, donde nadie es menos, donde la dignidad de la vida se plantea en contraposición a las guerras y a cualquier daño dirigido a la Tierra y a los seres humanos, abrimos una y mil veces la Carta Universal de los DDHH para conocerla, defenderla, aplicarla, vivirla. Esa Carta contiene valores profundamente humanos, marca un camino universal, señala motivos de esperanza.
“No esperéis nada del siglo XXI. Es el siglo XXI el que espera todo de vosotros”. Gabriel García Márquez
Adriana Sarriés
Madrid, Enero de 2015