“Nos ha llegado vuestro gesto solidario y fraterno para ayudar a las personas víctimas de las inundaciones provocadas por las intensas lluvias de los últimos meses en el país.
Sentimos la necesidad de manifestaros nuestros sentimientos de gratitud, como comunidad de Misioneras, pero también en nombre de todas las personas que van a beneficiarse de esta ayuda.
La verdad es que, siendo tan grande la magnitud de los daños causados, hace que toda ayuda se oriente sólo para aminorar sus consecuencias. Pero lo más importante es el significado de vuestro gesto que pone de manifiesto otra manera de entender la vida y la relación humana, superando la globalización de la indiferencia, por la globalización de la solidaridad, de la compasión y del reconocimiento del valor y de la dignidad de la persona. Ninguna de las personas ricas se cuenta entre estas víctimas, son los más pobres que sufren las consecuencias de tantas causas que les son ajenas.
Podéis acreditar que tal vez las personas afectadas no verbalicen como nosotras estos sentimientos, pero los viven con mucha convicción. Hace días, visitando un centro de atención a personas afectadas por las inundaciones, una persona nos decía: “del gobierno no hemos recibido ninguna ayuda, pero Dios ahora nos ha enviado a vosotras para ayudarnos...”
Hermanas, de nuevo, ¡muchas gracias, que Dios os lo pague!
¡Que lo sabe hacer muy bien, con tanta experiencia que tiene! “
Mafalda Moniz
Misionera Dominica del Rosario en Mozambique