Las Hermanas Misioneras Dominicas del Rosario viven desde 2013 en la localidad de Salau, una zona montañosa de Timor Leste a más de 300 Kilómetros de la capital del país. Las Hermanas se instalaron allí para acompañar a las familias que durante la guerra con Indonesia se trasladaron a vivir en la montaña y ahí se han quedado. Allí viven más de 700 familias de la caza y de los productos que cosechan de las pequeñas huertas. Sufren la carencia de infraestructuras básicas como vías de comunicación, energía eléctrica o agua corriente. El acceso a la educación es también difícil lo que provoca una deficiente formación. Pero su principal problema es el ser una comunidad aislada, en una zona extremadamente montañosa y con insuficientes medios de transportes.

En la Comunidad de Salau, las Hermanas tienen un internado donde acogen a 47 niños y niñas de entre 7 y 16 años para acompañarlos en su formación escolar y crear condiciones mínimas para los estudios. Las Hermanas además visitan a las familias y los acompañan en todo lo que necesitan. El internado se enfrenta a grandes dificultades económicas pues muchas familias no pueden pagar o lo hacen con productos del campo o con leña para cocinar.

En este contexto se solicitó ayuda para la compra de un vehículo que facilitara el transporte para hacer trámites, compras y para llevar leña y agua en tiempo de sequía. También aliviará el recorrido que tienen que hacer los niños y niñas hasta el internado y servirá a la comunidad como improvisada ambulancia, pues en la zona no existe tampoco hospital ni centro médico: para cualquier consulta médica se precisa ir a la capital.

Una vez comprado el vehículo, serán las hermanas las responsables por el cuidado, el sustento, la mantención y reparación del vehículo del que se beneficiarán no solo los 47 niños, las hermanas y el personal del internado, sino también las personas que viven en la montaña, especialmente en la localidad de Salau.