La dificultad de lejanía a los centros educativos es una realidad que viven muchos niños y niñas de las poblaciones campesinas. Ello dificulta el acceso a la educación de estas comunidades, que los niños se escolarizan ya cuando tienen edad para hacer largos recorridos a pie, y abandonen la escuela tras pocos años de estudios.

Este proyecto, que ya lleva funcionando varios años consecutivos y con gran éxito y acogida por parte de la población de la zona, tiene como finalidad ofrecer un medio de transporte que facilite el acceso de los niños, desde la escuela maternal hasta finalizar la secundaria, a la escuela e instituto Nueva Esperanza y la escuela maternal de El Presidio.

La contraparte, los dominicos en El Salvador, con los donativos de 16.700 € enviados por personas cercanas y conocedoras del proyecto, ha podido costear este transporte para 342 niños y niñas de las comunidades campesinas de El Zamorán, La Mesas, El Mario y otras aledañas, durante el año 2019.