El proyecto ha consistido en la compra de 500 gallinas ponedoras de raza mejorada, para su cría, en beneficio de 250 mujeres con familias a su cargo. Se trata de introducir esta raza que ofrece mejores resultados e ir incorporándola cruzándola con gallos autóctonos, siendo las gallinas autóctonas las que incuben los huevos.

La raza habitual en Haití es una gallina blanca que pone muy poco y unos huevos muy pequeños. Esta raza se llama Isa Brown, ideal para huevos camperos.

La metodología que se siguió en todo el proceso fue de tipo asambleario. Empezó con una reunión en la que se eligieron las personas que ejecutarían el proyecto. Se realizaron actividades de formación sobre el mantenimiento de las gallinas y gallineros sobre la base de una ganadería sostenible y ecológica, como la guarda y uso del estiércol, etc.

Se ha creado un Comité de gestión y supervisión que vigila la marcha del proyecto. A lo largo del segundo año de tener las gallinas, cada familia entregará dos pollitas a los PFST, que procederá a repartirlas con lo que el proyecto alcanzará a otras 250 mujeres y así sucesivamente.

El objetivo es mejorar la alimentación y que las familias puedan aumentar su gallinero y obtener beneficios, ya sea con la venta de huevos, de carne o de pollitas y, finalmente, lograr su autonomía. Y, según nos dicen, no es nada fácil lograr ser autónomo en Haití