En su marcha por un desarrollo local sostenible, la población de estas zonas rurales pobres de Haití se esfuerza en salir de la miseria en la que quedaron tras el terremoto y los posteriores huracanes.
Dado que su modo de vida es la agricultura, han dedicado toda su lucha a mejorar su producción. Una vez conseguida la mejora de sus cultivos se encontraban con una cosecha de granos (maíz, sorgo…) que había que convertir en harina para producir los alimentos necesarios y poder comerciar con el excedente a mejor precio que el grano en bruto.
El único molino del que disponían se encontraba a 10 Km. Las mujeres con los niños, al volver de la escuela, cargaban con los sacos y, andando, llegaban allí para ponerse a la cola el tiempo necesario para su turno de molienda. Nada de hacer deberes, ni estudiar, además del cansancio y desgaste correspondiente.
Se han construido dos estructuras en las que se han instalado dos molinos de alta intensidad que funcionarán con diésel. Cada persona que acceda a este servicio paga una pequeña cantidad por molienda. Con estos beneficios se cubrirá el mantenimiento de los molinos aunque para el primer año la UCAD ha previsto correr con los gastos hasta que se afirme el fondo.
Para su funcionamiento se ha creado un comité que supervisará que se organicen los turnos y el buen uso y mantenimiento de los molinos.
Además de mejorar la alimentación, este proyecto ha logrado que se incrementen los cultivos, dado que pueden darle una mejor salida a sus cosechas.
Imágenes relacionadas con el proyecto:
https://www.accionverapaz.org/que-hacemos/proyectos/latinoamerica/haiti/1272-2-molinos#sigProId84d443128e