En un país tan montañoso como Haití, donde la deforestación facilita el corrimiento de la tierra, la comunicación de personas y enseres por los caminos es tremendamente dificultosa. El poder disponer de una mula, sobre todo para las mujeres, que son las que tradicionalmente venden sus productos en los mercados, el vital para poder sobrevivir.
Esta disponibilidad de movimiento con su carga favorece la autonomía financiera de estas mujeres, muchas de ellas cabeza de familia. Por otro lado, al poder dar salida al producto sobrante de sus huertos, se favorece también una agricultura más provechosa, disminuyendo el cultivo para la simple subsistencia de las familias.
El dinero conseguido en los mercados puede pagar necesidades como la escuela de los niños, y el intercambio de productos mejora la alimentación y la higiene, al acceder a mercancías ajenas a lo cultivado o fabricado en su lugar de origen.
Para poder acceder al sorteo en el que se entregaron las 8 mulas las mujeres tenían que demostrar ser cabeza de familia, haber previsto una actividad comercial, no tener otra manera de transporte, vivir en extrema pobreza (menos de 1 dólar al día). El total de mujeres que cumplían estas exigencias fueron 50, esperamos poder llegar algún día a todas ellas.
El proyecto contemplaba en inicio la compra de una decena de mulas, pero la subida de los precios ha hecho que sólo se pudiesen comprar 8.
Imágenes relacionadas con el proyecto:
https://www.accionverapaz.org/que-hacemos/proyectos/latinoamerica/haiti/1511-8-mulas-para-las-mujeres-mas-necesitadas-de-locadie-haiti#sigProId0804fe2ab1