Una de las grandes dificultades desde que llegamos los Petits Frères a la Misión de Beauséjour fue la falta de electricidad para el buen desenvolvimiento de las diferentes actividades que se desarrollan aquí. Hasta ahora era con velas y con luces de queroseno como tratábamos de combatir la oscuridad.
En la misión viven doce maestros llegados de Puerto Príncipe. La preparación de clases así como de otras actividades que tienen se ven impedidas por la falta de luz.
También los frailes de la comunidad ven mermada la preparación de sus actividades y la realización de las mismas por la falta de electricidad. Las mismas actividades que se hacen durante el día y que podrían ejecutarse en la iglesia durante la noche no pueden realizarse o se realizan al resplandor de las velas, menguando su efectividad.
Con el deseo de colaborar con los campesinos, para el funcionamiento de las escuelas y la preparación adecuada de sus cursos por parte de los profesores, con el fin de que puedan impartir una enseñanza de calidad a los alumnos, y para hacer más llevadero nuestro trabajo, se realizó este proyecto.