Los niños huérfanos y desfavorecidos de Lavial hacen frente a toda suerte de problemas sociales. Viven abandonados y desprovistos de toda ayuda.
En la comunidad de Lavial la cría de cabritas es la actividad económica primordial y la más rentable. Sólo las familias que tienen la posibilidad de dedicarse a la cría de cabritas disponen de una vida más o menos equilibrada, pueden emprender actividades comerciales y otras actividades generadoras de fondos, pueden enviar a sus niños a la escuela o a estudiar a otra parte, saciar el hambre de su familia… Esta actividad no requiere desembolsos. La guarda de las cabritas por relación a la de los cerdos no implica gastos. Es la razón por la que se pensó que la cría de cabritas sería la más adecuada para los niños y la más económica.
Con este proyecto se garantizó que en el plazo de dos o tres años cada niño podría hacer frente por sí mismo a los gastos de la educación sin la ayuda de sus padres o de otros. Una cabrita puede tener dos partos en un año. Con una de estas cabritillas se puede pagar la escolarización de un año, procurarse los materiales didácticos, comprarse sus uniformes y aún hacer un pequeño ahorro.