En el año 1999, la Asociación OJUCAH construyó -con esta intención- una casita de madera, cubierta con chapas. La destruyeron los huracanes del año 2005. Desde entonces, todas las actividades de la comunidad se paralizaron y no podían organizarse por falta de espacio para acoger a la gente. Tenían serias dificultades para la celebración de asambleas, de encuentros, de sesiones de formación, de actividades culturales, así como la realización de las reuniones de la Asociación OJUCAH y de otras Asociaciones que de ella dependen.

Por eso los campesinos se reunieron y decidieron realizar un proyecto de construcción de una sede social comunitaria, como respuesta a este problema y para la mejora del funcionamiento de la comunidad.

Junto al uso citado, la sede comunitaria sirve para las reuniones de la propia Asociación OJUCAH, que siempre ha tenido problemas para su funcionamiento, por no disponer de un local adecuado para poder realizar sus reuniones y sesiones de diversa índole; para albergar a las familias que no tienen casas resistentes frente a los ciclones; para las sesiones de formación pedagógica que los profesores de las escuelas organizan cada año y para acoger durante las noches a las personas sin hogar…