Esta zona de Nicaragua pertenece al llamdo “Corredor seco” que este año ha sufrido una de las mayores sequías; según datos de la FAO una de las más graves en estos últimos 10 años.
No se pudo hacer la siembra por falta de lluvia, y la poca que cayó fue ácida que resecó aún más la tierra. En esta situación la Asociación no sabe ya cómo luchar por la seguridad alimentaria.
Los productores a pequeña escala y las comunidades rurales son las más vulnerables a la sequía convirtiéndola en un fenómeno socioeconómico importante por sus efectos en la pérdida de medios de vida, la descapitalización de las pequeñas economías familiares, el empobrecimiento y la migración hacia los centros urbanos sobrepoblados.

Dada la emergencia el Gobierno empezó a enviar “paquetes alimentarios” para paliar el hambre existente. En esta parte del Pacífico no llegó. Piensan que no interesa que se vea esa necesidad porque es una Zona Turística, donde las empresas podrían perder clientes.
El dinero solicitado por la Asociación se destinó a la compra de alimentos básicos, arroz, frijoles, café, aceite… con el fin de tratar de atenuar dichas necesidades.