La Memoria de actividades recoge de forma gráfica y resumida el trabajo realizado cada año por las distintas Asociaciones, Delegaciones, Comisiones, la Secretaría... y quiere ser, a su vez, expresión condensada de lo que late en cada una de las campañas, reuniones, jornadas, encuentros, festivales, etc.
Detrás de cada actividad hay mucha vida entregada, ilusiones compartidas, tiempo generosamente dedicado, en definitiva, un empeño apasionado por hacer entre todos un mundo más justo y solidario. Gracias a la implicación de todos los socios, colaboradores y amigos de Acción Verapaz es posible dar respuesta a las necesidades que en forma de proyectos nos llegan. Es una respuesta sencilla, humilde, pero ampliamente generosa.
Defendemos la paz y el entendimiento entre diferentes, que haga posible una convivencia de forma justa y permita el desarrollo de los pueblos, y en especial de los más empobrecidos. Por ello nos han inquietado los ecos que, durante este año, hablaban de un conflicto que se nos llegó a presentar como inminente y que, por momentos, parecía ineludible. No deja de ser una realidad patente para millones de personas, que lo viven en su día a día.
El camino de la solidaridad es un camino bello, pero exigente, no siempre fácil y, en ocasiones, requiere de decisiones complejas.
Nos hemos visto sorprendidos con el terremoto de Haití y el COVID que azotó de manera especial en India y Pakistán.
Al iniciar el ejercicio 2020, en el que teníamos previsto celebrar nuestro 25 Aniversario, no podíamos imaginar la que se nos venía encima.
Acompañar es estar e ir con alguien, hacer compañía, compartir. Esta palabra expresa bien la labor de Acción Verapaz en 2019.
Haití es el país más pobre de América Latina y, como podéis comprobar en las Memorias de los últimos años, hacia él se han concentrado una parte significativa de los esfuerzos de Verapaz.
El año 2017 ha sido especialmente seco en lo meteorológico y eso nos ha hecho tomar conciencia de la importancia de este recurso natural para el sostenimiento de la vida.
Este año un terremoto asoló la costa de Ecuador y un huracán volvió a dejar en Haití su huella de destrucción.
Dos décadas de vida es un buen momento para hacer balance del camino recorrido, para recordar los momentos iniciales y agradecer a las personas que contribuyeron a gestar este proyecto.
Podríamos decir que hemos cambiado de sede pero no de lugar. El lugar que nos ocupa, y el que queremos seguir ocupando, es el de la lucha por la justicia y la dignidad de todos los seres humanos.