La actividad agrícola supone la primera fuente de ingresos para los agricultores de Orangers.
Haití sigue siendo el país más pobre de la región de América Latina y Caribe y uno de los países más pobres del mundo. Se encuentra entre los países con mayor desigualdad en la región debido a que el 20 por ciento más rico de su población posee más del 64 por ciento de su riqueza total, mientras que el 20 por ciento más pobre tiene apenas el 1 por ciento.
Las mejoras en salud se han estancado y, en algunos casos, se han deteriorado desde 2012. La mortalidad infantil y materna se mantiene en niveles elevados, una quinta parte de los niños están en riesgo de limitaciones cognitivas y físicas y la cobertura de las medidas de prevención se está estancando o disminuyendo, especialmente para los hogares más pobres.
Además de los desafíos planteados por la pandemia y la situación política, Haití sigue siendo muy vulnerable a los peligros naturales, principalmente huracanes, inundaciones y terremotos. Más del 96 por ciento de la población está expuesta a este tipo de choques.
El último desastre natural ocurrió el 14 de agosto de 2021, con un terremoto de magnitud 7,2 en la escala de Richter que golpeó la región sur de Haití, un área donde viven aproximadamente 1,6 millones de personas, 2.248 personas han muerto, 320 personas están desaparecidas
y 12.763 han resultado heridas. Con el cambio climático se espera que aumente la frecuencia, la intensidad y los impactos de los fenómenos meteorológicos extremos.
Acción Verapaz en Haití
El trabajo de cooperación y desarrollo es muy complicado en Haití, por la ausencia del Estado, los bajos niveles de desarrollo y la debilidad de la sociedad civil. Pero Acción Verapaz siempre ha apostado por esa tarea, conscientes de apoyar a los más pobres de los pobres.
Acción Verapaz trabaja principalmente en áreas rurales, con diversas contrapartes conocidas, localizadas sobre todo en el sur( las áreas de Leogane, Les Cayes, Jacmel) y apoya la tarea de los Petit Frères de S. Therese, que acompañan a los sectores más desfavorecidos de la población, en diferentes zonas de Haití.
Se apoyan fundamentalmente proyectos de: Salud y saneamiento, Educación y formación, Agricultura y ganadería, Infraestructuras, equipamiento y vivienda y Situaciones de emergencia
Fuente: Bancomundial.org
La actividad agrícola supone la primera fuente de ingresos para los agricultores de Orangers.
Uno de los problemas más acuciantes de esta comunidad es el deterioro del medio ambiente, debido a la deforestación.
Procurar una mejor nutrición para los niños y facilitar la entrada en un pequeño negocio a sus familias para que puedan escolarizar a sus hijos
La agricultura es la única fuente de ingresos de los campesinos de esta región. Sin embargo, cada vez más raro en este sector que puedan mejorar sus ingresos. Es una buena zona para la ganadería aunque este sector esté en declive.
Existía un Centro de Salud que daba cobertura a unas 25.000 personas que quedó destruido por el terremoto de 2010.
Contar con un medio de transporte en estas zonas aisladas es vital para los campesinos que pueden sacar los productos de sus huertos a los mercados y salir de una economía de subsistencia.
Mahotière es un pueblo de Haití, rodeado de montañas. La población de este lugar trabaja la tierra y la ganadería para sobrevivir
Esta organización haitiana había conseguido construir un dispensario con la ayuda de Manos Unidas sin llegar a conseguir dotarla de agua corriente.
Rivière Froide es una zona rural con fuerte inmigración, desde el terremoto. Se trata de una zona muy pobre, donde los campesinos viven en condiciones pésimas